Tienes 22 años y acabas de regresar de un viaje de cinco años a un lugar extraño. No había acceso a Internet y había un corte de energía todas las noches, pero al menos aprendiste muchas cosas nuevas. Sin familia y sin ningún otro lugar adonde ir, has decidido volver con la persona que te crió, emocionado por lo que descubrirás en tu nuevo hogar.